miércoles, 9 de enero de 2008

El camino de la vida

Hace días que tengo ganas de sentarme a escribir, estoy trantado de pasar muy atento a todo lo que a diario vivo para poder luego transmitirlo acá. Ando con las antenas bien atentas, consciente de lo que vivo, hago y dejo de hacer. Como no he encontrado un nexo entre las situaciones que quiero comentar, decidí contarlas de la manera que vayan surgiendo, sin orden pre-establecido, como bien dijo una amiga y comadre (sí Isabelita, tú!) que me contestó un mail y comentó: al leer es como estar conversando contigo, pues son tus propias palabras.....

Así las cosas, acá va esta nueva entrada. Espero no latear y dar muchas vueltas con el desorden de ideas.
Cada día intento sacar a dar un paseo a las perras que acompañan nuestra vida en el hogar. El asunto es que Motta desde hace días anda muy asustada y se niega a salir sin susto (ver entrada del 28 de diciembre), por lo tanto, he salido solo con Benita. Ella (Benita) es una loca que aprovecha cada salida a paseo para "tirar y tirar" con la consecuencia dolorosa para mi brazo que se resiente de tanto "afirmar y afirmar". Los paseos con Benita me han traido un par de reflexiones. La primera de ellas es que tantas veces algo que debería resultarnos agradable, un relajo, un disfrute, termina siendo un cansancio, una lata, un motivo de dolor de cabeza. Ella es tan amorosa, solo juega, es una perrita super noble y eso también me hace pensar en las veces que los nobles, los buenos, los que solo dan cariño terminan cansádonos por una u otra causa. Es obvio que nosotros también muchas veces provocamos cansancio en otros, como sucedió con Benita. De una linda relación ha resultado un cansancio y es algo que debemos corregir. Tantas veces nuestras relaciones también se desgastan y eso no está mal, creo.



Como una vez también le dije a una amiga, pienso en la vida como "un camino por el que avanzamos, muchas veces vamos acompañados y en la misma senda, el camino se bifurca y vamos decidiendo qué camino seguir y cuál dejar, los lazos se mantienen, pero, no necesariamente se debe seguir el mismo camino. Tal vez más adelanate esos caminos vuelvan a encontrase y se podrá volver a compartir y contarse qué se vivió, o por el contrario, puede ser que no vuelvan a cruzarse. En este caso, siento que se vive el recuerdo de aquella etapa del camino en que tal o cual persona nos acompañó". En fin, esta idea me da vueltas porque también viví el arrebato de alguien que, a mi manera de ver, exigía más tiempo del que humanamente puedo dar y exclusividad en la amistad, situación que escapa a mi capacidad también. Pienso en la amistad como un ser libre, un lazo ligero y firme a la vez, con "ataduras de paz".

Acá creo que es momento de dar gracias a Dios por las personas que EL ha puesto en mi camino y que han regalado amistad, confianza, paciencia, silencios, presencia, sabiendo estar cuando corresponde y distanciándose cuando es necesario. Gracias a Dios por esos amigos que he mantendido a lo largo de los años y por todos los que han ido apareciendo por Gracia de Dios (Rebeca, esto es para tí, gracias por tus mails, cariño y oración!). Como siento que la vida no puede ser un ahogo y el querer no es sinónimo de estar todo el tiempo encima (¿o estoy muy equivocado?) agradezco a los que maduramente comprenden que no siempre se tienen los tiempos para atender, pero, eso no significa que haya falta de cariño o agradecimiento. Se valora cada gesto, cada palabra, cada oración...pese a mi silencio por ocupaciones.

Uf...parece que me distraje mucho con un solo tema y para no latear no quiero hacer una entrada muy larga, parece que esto comenzará terminar por hoy. Antes de despedirme, comparto un nuevo video con imágenes de nuestro guerrero y regalo de Dios. El pequeño Gabriel pronto cumplirá un año de vida, si Dios así lo permite. Seguimos rezando por su recuperación, por su fortaleza y vida. También por la de mi hermanita y su familia. Uff..qué año han vivido.



Ojo con la letra de la canción, es bella. La canta nuestra querida Hermana Glenda. Aquí me detengo para dar gracias a Rebeca por su aporte musical; Dios siempre siembra y tú Rebeca lanzaste la semilla sin saber dónde caería. Gracias a Dios por haberme llevado a Madrid y haber conocido a los Franciscanos de María, Rebeca, gracias por tus mensajes semanales.

A mis amigos que leen acá, un fuerte abrazo, mi cariño y oración de siempre. A los lectores desconocidos, gracias por darse el tiempo de estar aquí. A todos, que Dios y mis madres del cielo les bendigan y fortalezcan. Un abrazo en oración.

1 comentario:

alejops dijo...

Qué buena entrada. Muy, muy bien. Me ha gustado mucho lo de las "ataduras de paz".
Un saludo

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