sábado, 26 de febrero de 2011

Un día como hoy, hace un año.

Habíamos pasado la noche en vigilia junto a papito en el hospital, él completamente sedado, respirando con esfuerzo pese a toda la ayuda médica, al oxígeno y toda la medicina. Junto a mi hermanita tuvimos el privilegio de poder acompañar la pasión de la cruz de papá, estar junto a él, rezando, mirándolo, acariciándolo, diciéndole con palabras, con miradas, con caricias, cuánto le queríamos, cuánto le agradecíamos su vida, su entrega, su amor incondicional, su amor por nuestra madre, por nosotros, por sus nietos...

Que hermoso privilegio el poder decir que un día como hoy, hace un año, habíamos compartido junto a papito su última noche, su último amanecer, sus últimos respiros, sus últimos latidos, sus últimas oraciones en esta vida. Que gran regalo haber podido acompañar su pasión, a los pies de la cruz que Dios le (y nos) regaló.


Todo es recuerdo, a un año de su nacimiento a la vida eterna. Que no se malentienda, no es aferrarse al dolor, al recuerdo, sino que de allí, de esa experiencia poder agradecer y sacar fuerzas...finalmente la vida es lo que hemos vivido, el mañana es un incierto, un proyecto, pero la vida real es lo que ya hemos vivido, el recuerdo de lo que hicimos, lo que vivimos, lo que sentimos, lo que vimos, olimos. El mañana, si Dios permite...un hermoso proyecto y un sueño por cumplir.


Un día como hoy, hace un año, junto a tí papito acompañando tu viaje a la eternidad, viendo el milagro de cada respiro, suspiro....uno a uno; tantas veces respiramos sin valorar ese milagro y aquella mañana veíamos los tuyos, papito, como un milagro de vida. Poco a poco se apagaban, se distanciaban, el viaje era sin retorno.

Algunas noches previas a tu último suspiro me dijiste "hay que emprender el viaje". Que valiente fuiste papito, lo sabías, tenías claro que era TU viaje hacia la vida eterna, hacia el reencuentro con tu amada, con tu reina, con tu mijita rica, con tu negrita hermosa....y creo que, sin susto, tomaste la decisión de viajar. Que admirable valentía papito hermoso!


Un día como hoy, hace un año...a los pies de la cruz, sin saber el momento exacto pero teniendo certeza de que se produciría tu nacimiento a la vida eterna. Tan cierto es eso de que no puede haber resurrección sin muerte, sin haber pasado por la cruz. No dudo papito hermoso que la vida eterna es tu premio, el reencuentro con tus amados, con tu reina, con tus papitos, hermanos, con Dios, la Virgen, los santos...no dudo que estás feliz en el cielo, como dice mi hermanita "en tu cielo", ese gran trozo de paz y eternidad que Dios tenía guardado para tí, por tu generosa entrega de vida.

Un día como hoy, hace un año, todo era paz en esa habitación, luz, presencia de Dios. Tu nacimiento a la vida eterna era inminente y nadie luchaba por aferrarte a "esta" vida, todos tranquilos en oración pidiendo a Dios Padre se hiciera SU voluntad.


Un día como hoy, querido papito, naciste a la vida eterna y conociste ese maravilloso cielo, en el que algún día estaremos todos reunidos.

Gracias a Dios por el premio de tenerte entre nosotros, por el regalo de poder sentirte vivo, tal vez no fisicamente, pero si en todo, en los valores, en la forma de vida, en el respeto hacia los demás, el amor a Dios....sentirte vivo en los pajaritos, en el brillo del sol y en la brisa, en el milagro de recibir cada mañana un nuevo día. "Hay que estar presentables" me decías durante esas noches y días de compañia en esa habitación...gracias por eso y por todo lo que nos enseñaste con tu ejemplo, papito bueno.

Un día como hoy, hace un año, conociste el cielo.

Te amamos papito hermoso, cada oración es un beso que te mandamos. Seguiremos llenándote de besos toda nuestra vida.


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