domingo, 7 de septiembre de 2008

Septiembre...

Me ha costado retomar este espacio que tanto quiero. Día a día llego bien cansado a casa, luego del trabajo, en donde siento me doy entero. Quisiera haber aprendido a ser algo más flojo y no ser tan obsesivo con el trabajo, pero, ya soy así....adquirido familiarmente y pese a todo, prefiero sentir que me doy entero antes que me digan que soy un flojo al que hay que decirle todo lo que debe hacer...en fin. Debo estudiar para dar el grado también, es una tarea pendiente que debo cumplir, para regalar ese título a tantas personas que necesitan servicios legales, no por mi, sino por ellos y por los que en mí han puesto confianza. Que sea lo que Dios quiera....por ahora, al menos por un par de semanas solo me dedicaré a trabajar y servir pastoralmente, más, las tareas diarias que la vida conlleva, estar en casa, mimar a la familia, ser mimado y estar en paz.

Septiembre es un mes especial en Chile, se festejan las fiestas patrias, llega la primavera, aparecen los circos y se comienza a sentir el cambio del clima, el poder hacer más cosas luego de la oficina...sin embargo, personalmente siento que septiembre es un mes especial porque desde hace tres años es la antesala de un día especial también. Los que tenemos FE debemos sentir que la vida eterna es un regalo, la promesa cumplida de que estamos junto a Dios gozando YA de la vida que nos prometió. Mi madre cumple su tercer año en octubre y siento que septiembre es el mes previo, el que comienzo a revivir todo lo que pasó, lo que fue, lo que hacíamos, las fiestas, las salidas, la alegría es todo recuerdo. Creo que el que no ha vivido el dolor de la muerte no lo entiende, solo lo imagina. Creo que el que no tiene FE tampoco entiende esta rara mezcla de "alegría-dolor"; alegría, por confiar que está junto a Dios, junto a María y junto a todos los santos; dolor, porque se extraña mucho su presencia, su voz, poder acariciar, mimar, mirar, compartir.

Sin duda la oración nos acerca, pero, es inevitable el sentir pena, no algo que inhabilite, pero, si algo que acompaña. En fin....supongo que este mes será especial, en espera del día en que vivamos un nuevo año de vida eterna de nuestra Reina.

El padre Hurtado decía que "la alegría y el dolor, son siempre visita de Dios". Comparto con él!

Como siempre, les dejo un fuerte abrazo y mi oración. Les pido particular oración durante este tiempo, porque necesito fortalecerme para seguir adelante, con Fe y alegría...por mí, por los que me aman y por los que me guían y cuidan desde la vida eterna.


Nuestra vida no va hacia el vacío, sino hacia un encuentro







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