


Como siempre, les dejo un fuerte abrazo en oración...esta vez, con los recientes nervios post-amago de incendio (otra vez, gracias a Dios por evitar una tragedia!).
Hoy me topé con Jesús.
En el ruido de los vientos.En el trinar de las aves.
En el ruido constante de la ciudad.
Señal de vida de la humanidad.En el amigo que me acompaña y me
saluda.
En la gente que camina aprisa a su faena.
En el saludo atento y respetuoso de mi jefe.
En el apretón de manos de mi compañero de trabajo.
En el escuchar la alegría de la gente que trabaja.
En el que trabaja con conciencia y dignidad.
En la sonrisa amable de una dama.En el plato repleto de alimento.
En el momento preciso de iniciar las labores del día.
En el momento preciso de terminar la jornada diaria.
En la persona desconocida que me saluda por la calle.
En la tierna voz de los niños.En el sollozo de un recién nacido.
En el atardecer y anochecer del día.
En el llegar a casa y ver la televisión junto a la familia.
En el ser amable ante una mirada de dureza.En aceptar a los demás con sus indiferencias.
En el sonreír en lugar de experimentar el odio y la venganza.
En el aceptarse a sí mismo tal y como se es y sin presunciones.
En el vivir para servir aunque nunca sea reconocido.
En el sentir en todos los ambientes su presencia.
En el hablar con el lenguaje mudo.
De verdad hoy me tope con Dios!
Nuestro Gabrielito ya está encaminado hacia la rehabilitación, que Dios ha puesto en su camino. Gabrielito ya es parte de la historia de la Teletón...confiamos en su recuperación!
Como siempre, les dejo un fuerte abrazo en oración. Paz y bien!
Vuestras pequeñas cruces de hoy pueden ser sólo una señal de mayores dificultades futuras. Pero la presencia de Jesús con nosotros cada día hasta el fin del mundo (Mt 28, 20) es la garantía más entusiasta y, al mismo tiempo, más realista de que no estamos solos, sino que Alguien camina con nosotros como aquel día con los dos entristecidos discípulos de Emaús (cfr. Lc 24, 13 ss) (Juan Pablo II, Disc. IIII-1980).
Confío en que Dios, el centro de nuestra vida, nos permita a ser luz para aquellos que sienten vivir sin ella. Que siempre podamos llevar al centro a quienes sienten vivir sin ese calor y paz que regala estar cerca de la luz. Ser luz para los que viven en la oscuridad.
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor,tu reaccionas en forma positiva, sin dejarte vencer y haces que las cosas a tu alrededor mejoren, que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumina tu camino y el de la gente que te rodea. Por eso no dejes jamás de esparcir con tu fuerza y positivismo el "dulce aroma del café."
...donde hay envidia y ambiciones, habrá desorden y acciones
malas de toda clase, mientras que la sabiduría que viene de arriba es rectitud,
paz, tolerancia y comprensión. Está llena de compasión y buenas obras.(Santiago 3,16-17)
Como siempre, les dejo un fuerte abrazo y estamos muy unidos en la oración.