martes, 5 de febrero de 2008

Cuaresma, miércoles de ceniza.

El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo personal de conversión a Dios. Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio.
¿Qué es la cuaresma?

Es el gran tiempo bautismal y penitencial de la Iglesia, los cuarenta días de conversión y purificación interior que nos preparan a la mayor fiesta cristiana del año, la Pascua. La Cuaresma entera es un signo sagrado, un tiempo sacramental de gracia y crecimiento interior.


No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido.



Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la eucaristía no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el Jueves Santo en la misa de la Cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del Evangelio. En los primeros siglos de la Iglesia, los catecúmenos tenían su preparación inmediata a los sacramentos de la iniciación en las semanas de Cuaresma. Toda la Iglesia los acompañaba en ese tiempo de purificación y preparación a la Pascua de Resurrección, en la que los creyentes renovaban, como seguimos haciendo hoy, las promesas bautismales.





Comenzando con el Miércoles de cenizas, la Cuaresma se prolonga hasta el Jueves santo antes de la Misa de la Cena del Señor. Son cuarenta días que dan origen a su nombre de “Cuaresma”, evocando los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto y otros episodios del Antiguo Testamento, especialmente los cuarenta años del pueblo de Israel para llegar a la tierra prometida. Tiene cinco domingos “de Cuaresma” más el Domingo de la Pasión o de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. El camino de la Iglesia hacia la Pascua queda iluminado por el largo camino de fidelidad e infidelidad de la historia de la salvación, con vistas a la muerte y resurrección de Cristo.La escucha asidua de la Palabra de Dios y la mayor dedicación a la oración son actitudes fundamentales de la Cuaresma. La limosna, la oración y el ayuno son desde antiguo expresión característica de la conversión cristiana. La “Cuaresma de Fraternidad” a la que nos llama la Iglesia chilena es una ocasión de ampliar la ayuda fraterna hacia Cristo hambriento y sediento en nuestros días.

Oración (de la Liturgia de las horas)
Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.


1 comentario:

Tu propio cine dijo...

Weeeenass como dije en tu fotolog ya se acerco la cuaresma y como paso de rapido el tiempo, ya tenemos que comer guevos de pascua en un tiempo mas jajaja eso mas que nada.saludos y estamos en habla
xaelassss..

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